«FORTALEZA EMOCIONAL»
¿Cómo me he complicado el día hoy?
¿Qué haré mañana para mejorarlo?
Estas son dos preguntas que Tomás Navarro, autor del libro: “Fortaleza Emocional”, nos recomendaba hacernos diariamente para nuestra mejora y crecimiento personal. Dándole importancia a “repasar qué sentido tienen las cosas que hacemos”, nos decía.
Él mismo nos daba un ejemplo: “Si me voy a tomar un quinto café…. ¿para qué me voy a tomar ese quinto café?” y así ir repasando el ¿para qué hago esto, para qué hago lo otro?
Nos comentaba que “la fuerza física es un mecanismo de adaptación fisiológico, de la misma manera la fuerza emocional es un mecanismo de adaptación psicológica, que nos permite adaptarnos y darnos mecanismos para afrontar diferentes escenarios y dar la respuesta más adecuada a cada momento.”
Puntualiza en:
1) Tomar distancia de uno mismo. (si somos capaces de abstraernos, la mitad de nuestros problemas desaparecen, porque dejamos de hacer cosas sin sentido)
2) Pensar diferente. (hay que liquidar problemas pendientes. Hay que mirar los problemas cara a cara con fortaleza emocional)
3) Actuar. (desde luego nuestra mejora depende de nuestra acción)
Tomas Navarro se presenta como enamorado de las personas y es por ello que las acompaña a gestionar esas situaciones que no hemos elegido pero que sí tenemos en nuestras vidas. Aprender de ellas y transferir lo aprendido a las siguientes ocasiones, con la intensión de avanzar.
Ha sido un gustazo tenerlo en Zaragoza dentro de las III JORNADAS DE COACHING EDUCATIVO Y PSICOLOGÍA POSITIVA. Las fortalezas en educación, que compartimos ayer sábado día 3. Encuentro lleno de experiencias de personas vinculadas al mundo educativo nos han regalado para ponerlas en práctica en nuestros diferentes ámbitos.
Coincido en mis procesos de coaching infantil con ese valor que destacaban en vincular a las familias en el trabajo de aula para un mejor éxito escolar en los niños.
Principalmente ese TRANSFORMAR LOS DESEOS EN OBJETIVOS que en definitiva es la esencia en las sesiones que comparto con las familias con las que trabajo a diario. Analizar ese ¿qué sentido tiene esto que estoy haciendo/qué estoy viviendo?
Y como ejemplo más práctico destacar el acompañamiento en los niños en su propia planificación. ¿Cómo les podemos ayudar los adultos a que logren esa planificación? Trabajando con ellos la agenda, completando calendarios y escribiendo cartulinas que tengan a la vista sus objetivos y el cómo lo llevarán a cabo, por supuesto con sus plazos bien marcados.