Una oportunidad con la Educación Emocional.
He conocido hoy un nuevo grupo con el que compartí formación. La educación emocional nos brinda una muy buena oportunidad para el desarrollo de relaciones con personas.
¿Para qué sirve? Además de para pasárnoslo muy bien, también para experimentar emociones. La Educación Emocional es un proceso continuo y permanente así que, CHICOS, os animo a seguir en el entrenamiento de la regulación de vuestras emociones, ya que en parte os convertís en modelos de referencia para otras personas.
Un ejemplo de lo que hemos compartido hoy es el libro “El monstruo de colores”. Nos enseña que el amarillo representa la alegría, el azul: la tristeza, el rojo: la rabia, el negro: el miedo y el verde: la calma. Cada uno le tocó un color y fueron pasando de uno en uno compartiendo sus propias experiencias según la emoción que le había tocado.
Comentar momentos personales con otros nos ayuda no solo a reflexionar y valorar lo vivido; sino también, a sentirnos acompañados. Se crea un clima de compartir y empatía que se vive en grupo y nos ayuda a conocernos más y sentirnos mejor y a sentirnos más próximos con las personas que interactuamos. Debemos aprender no sólo a identificar, sino a no esconder nuestras emociones y darles apertura a nuestros seres queridos. Cambiará la relación a medio plazo con ellos.
Agradezco la acogida del grupo de esta mañana. Compartir, risas y lágrimas con estos futuros Educadores esta mañana me hace sentirme muy afortunada. Me enriquecen personalmente. Me permiten comenzar a trabajar con entusiasmo después de tres semanas de vacaciones.
¿Qué más se puede pedir?