Cuentacuentos: una tarde de historias, imaginación y actividad.
Tarde de lujo con el grupo de ayer, aprendían sobre “cuentacuentos”
Contar una historia en voz alta a otras personas no solo nos brinda un aprendizaje intelectual, también entra en juego lo emocional. Se estrechan lazos entre quien lo cuenta y quienes lo reciben. De ahí la gran importancia de que los padres cuenten a sus hijos un cuento antes de irse a la cama, por ejemplo.
Un cuentacuentos además de hacernos pasar un buen rato también nos enseña. Se aprende a escuchar y tener paciencia, vocabulario, conocimiento espacio temporal, a lograr un hábito lector, aumenta la comunicación y la confianza, a identificarse con los personajes e identificar sus emociones, entre otras cosas.
Un ejemplo de lo que hemos compartido ayer por la tarde es el cuento: “La vaca que puso un huevo” de Andy Cutbill. RBA. La cría que nace del huevo, ¿es realmente hija de Macarena, la vaca? En el establo de esta granja, todos cuchichean y quieren saber la verdad. Te invito a que descubras qué ocurre.
Los niños escuchando cuentos pueden desarrollar diferentes habilidades porque van descubriendo diferentes actividades que pueden realizar y también diferentes valores. Además permite aumentar la percepción por el uso de la imaginación.
Una gozada otra vez al grupo por lo compartido. Ahora os invito a qué cada uno descubra sus talentos de “cuentacuentos”, esto se logra comenzando a contar cuantos ya.
¿Por cuál empiezas?